Por fin las vacaciones para relajarme!!!!... Ehhh... Relajarme???...
Como algunas cosas empiezan, otras terminan. Tal como empiezan mis vacaciones, termina el mundial. Igual debo decir que no me he perdido tantos partidos. Eso sí, la final, nica me la pierdo. Ahí estaré apoyando de alguna forma a Italia, esperando que gane porque me gusta como juega el equipo. Aunque, de cierta forma, todos estamos de acuerdo que fue una sorpresa que no haya llegado Brasil si tenía el equipo ideal, el Jogo Bonito. ¿Qué pasó? ¿Quién tiene la culpa?
A mí parecer, la guerra desatada por las marcas de ropa y zapatos deportivos (no daré nombres por razones obvias de auspicios), utilizaron tan bien el marketing que casi todo el mundo compró la idea de los mejores del mundo: el lujo del malabarismo deportivo brasileño, la fortaleza física de una raza como la alemana, la insípida arrogancia argentina. Pero, ¿a quiénes vemos como los mejores del mundial? Si bien Francia estaba también en la oferta de imagen de la marca de las tres franjas, al principio del mundial no brillaba como se esperaba; al igual que Italia, colaborador del auspicio de la marca del felino, tampoco brilló. Pero, de repente, nos encontramos con ellos en la final.
Esta pequeña sintesis nos ofrece una reflexión sobre lo que el marketing puede hacer de un producto (de como nos puede vender la pomada siendo que en sí el producto es malo), así vimos el derrumbe de Brasil. Sin embargo, estas muestras no siempre están a la vista de nosotros, tampoco están alejadas de nuestra realidad. Por lo tanto, cada día consumimos cosas que no se sabe con certeza que si es buena o mala la calidad del producto... De nuevo, nos venden la pomada...
Sobre mi comentario económico rutinario, creo que va por ese sentido: del cuidado con lo que brilla y no es oro. Porque, localmente, identificación de diversos grupos socioeconómicos femeninos ha causado la promoción de "La mujer como Tú" de un supermercado nacional donde muestra a su "gerente de clientes" (que xuxa hace esa gerencia???) como una madre esforzada y que vive los mismos problemas que una mujer promedio, de manera populista. Ese es el maquillaje que hace el marketing en aquella cadena. Sin embargo, mujeres esforzadas y con problemas son las empleadas de la empresa: cajeras, reponedoras de productos, panaderas, empaquetadoras, entre otras, que sufren despidos injustificados y no tienen aquellos beneficios que tiene Josefina Correa como: en plena reunión de directorio, suena su celular y los contesta. Esto no lo pueden hacer las empleadas. Además, ellas necesitan las donaciones que hacen los clientes a las distintas casas, cumpliendo algun tope o si no comienza la cuenta regresiva del sueldo al final del mes, descontado porcentajes o beneficios (Fuente: The Clinic)